Congoja, dolor, decepción, sorpresa, enfado, injusticia, silencio, palabras, ofensas, desolación, coraje, furia, palabras, daño… y otras más, pasaron por mí ser poco a poco como lluvia que empapa mi ser lentamente al ir caminando debajo de ella; Siquiera había esperado el venir de aquella noche, pragmáticamente permanecía centrada en unas líneas lejanas a lo que mis anhelos me halaban a tocar, sólo la obligación de cumplir con los pendientes que normalmente te acontecen a esta edad, “de no ser así ¿podría solamente dormir?” pero no, pese a que mis ojos clamaban un poco de descanso y mi cuerpo deseaba extenderse en la adosada cama, mi mente me incitaba a seguir leyendo.
Dije un corto hasta luego, con la promesa de un mañana con más tiempo en donde las divagaciones no condescendientes y las palabras rebuscadas adornaban mi cuarto, tomando forma gracias a el látigo de dos hermanas que se hallaban más de un sitio, promulgando el corte de distancia sin importar las formas posibles o dichos de las personas cerradas, un momento que cada noche se esperaba con ansias después de promulgar un día tedioso, donde la familia de felicidad era el engañar y desgarrar al prójimo que solo miraba como las nubes se arremolinaban en el cielo, “tal vez llovería” se escuchaba con expectación después de tanto calor; sin embargo ellas se dedicaban a dejar de lado un día normal para enmendarlo en unas pocas horas, en el que la escuela y el trabajo pasaban a un segundo término.
Le escuche hablar encantadoramente como un ángel que canta al pie de tu cama, como cuándo niño te cuidaba con mucho más ahínco; sus ojos fijos en mí, se fueron transformando lentamente en un verdugo que gustosamente acepta ejecutar al preso que no importa si inocente o culpable, sus ojos se ciñeron en mi con son ejecutor, provocando que solo frunciera el ceño , preparándome para un mañana tedioso y lleno de rutina, en que al menos buscaría un detalle cambiar para no sentirme atrapada en una vida que no era mía. Soltó la sentencia en cuestión tan lasciva, que me tomo por sorpresa de inmediatamente, al mismo tiempo en que simplemente salió por donde entro…mi error, mi larga lengua exclamo en queda un agradecimiento sarcástico, que despertaron el sello guardado de uno de las furias, quien fue directo a por mí.
Simplemente con los ojos embravecidos y las zarpas a la garganta estuvo por cortar el hala de aquella libertad que parecía tan mía, aquello que honoraba por cuidar sin esperar que el destino maldito asechara por mí, donde aquella furia se enzarzó por completo en palabras curas, lascivas, duras y siniestras al punto de decretar alguna maldición que jamás imagine que llegaría, tomándolo solo con mutismo y palabras al aire le mire expectante desafiante, con la furia carcomiéndome el alma que gritaba por mi respuesta pero mi razón se interpuso al corazón callando para solo ganar una batalla con una perdida llena de dolor. Sin embargo el averno sólo estaba próximo a llegar derrumbando todos esos castillos que estaban en el aire, donde soñaba arrogantemente con ser una princesa eterna que no necesitaba ser reina para tener el trono… en donde no solo perdería esta batalla sino casi todo su reino y lo que más amaba en aquel momento.
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Esta publicacion la tenia guardada tiempo atras, no estaba concluida hasta esta noche en donde por curiosear y ayudar con las entradas lo observe, recordando el por que de las letras que fueron solo el preludio o el inicio de una de las epocas mas negras...
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